Las infusiones de jengibre pueden sorprender al principio por ese toque picante, intenso, que tiene esta especia, pero con el tiempo siempre acaban conquistando.
El mismo calor que se nota en la boca cuando te tomas una infusión de jengibre, solo o con otras plantas o especias, se transforma después en una agradable sensación de calor interno que reconforta y recompone.
No es extraño que el jengibre, tanto como especia como en infusión, haya ganado cada vez más adeptos. Pero es que, además, el jengibre no solo resulta agradable.
Si quieres endulzar esta infusión de cúrcuma y jengibre, te quedará muy bien con sirope de ágave.